sábado, 22 de agosto de 2015

La generación que debería ser eterna...

Como ya sabéis, este blog está dedicado a un grupo de mujeres muy especiales. Hasta ahora, cada entrada ha tenido una protagonista que ha sido ejemplo de lucha, de esfuerzo, de superación, de belleza, de amistad,…

En esta ocasión, me gustaría dedicar este nuevo post a una generación de Mujeres extraordinarias. No podría determinar su edad porque ocupan una franja temporal muy amplia pero lo que sí tengo claro es que es tan sumamente excepcional que es irrepetible, a no ser que su legado quede tan arraigado en sus sucesoras que seamos capaces de continuar su gran labor…

Como os digo, no tienen una edad determinada pero comparten ciertas características, si no todas, la mayor parte de ellas:

Son mujeres capaces de cuidar de dos generaciones incluso tres; pueden cuidar a sus padres, a sus hijos y si los hay, a sus nietos. Si algún componente de estos grupos se pone enfermo allí están ellas para cuidarlos, si necesitan ayuda allí puedes encontrarlas, si no las tienes cerca puedes llamarlas y sólo con escuchar su voz ya producen un efecto protector y tranquilizador.


Otra característica es la gran cantidad de habilidades que tienen: Aunque no sean cocineras profesionales saben cocinar como nadie, sus guisos son curativos; tampoco son costureras de profesión pero saben coser cualquier cosa,... Realizan cualquier tarea con una habilidad sorprendente; tú puedes intentarlo pero seguro que no te quedará como a ellas.  Algunas trabajan en casa, otras también fuera de casa pero tienen algo en común: un poder casi sobrenatural de organización que nos hace pensar que son “mágicas” y es que lo son.




Algo singular de este grupo de Mujeres es que muy pocas veces caen enfermas. En ocasiones se quejan de algún dolor, resfriados y otros males, pero la mayor parte del tiempo forman parte del bando de las cuidadoras. Eso sí, el día que alguna se pone mala es como si el caos llegara a la casa porque son prácticamente imprescindibles para todos.



Una peculiaridad de todas ellas es el anteponer el bien de sus “protegidos” (llamemos así a padres, hijos y nietos ya mencionados) al suyo propio…  Así es… Si las necesitas allí estarán aunque tengan que dejar de hacer algo que a ellas les apetezca más en ese momento. Su espíritu de sacrificio es ilimitado.



Miro a mi alrededor y me siento afortunada porque veo que hay muchas cerca de mí, sois muchísimas, muchas estáis leyendo este escrito, gracias por todo. Este es un homenaje a todas vosotras porque desgraciadamente... "Lo más importante nunca se ve..." (El Principito de Antoine de Saint-Exupery)

No pararía de contar todas sus virtudes pero no quiero hacer demasiado extenso este relato, aunque hay una singularidad de esta generación que no puedo dejar de mencionar: lo guapas que son y lo bien que huelen, desprenden un aroma dulce a “no te preocupes que aquí estoy”, a “tómate esto que te va a sentar bien”, a “yo te acompaño”, a “yo te ayudo”. Cómo me gustaría poder guardarlo en un frasco y conservarlo para siempre. 


Son maravillosas, hay que quererlas, cuidarlas, valorarlas y aprender de ellas, aunque es muy complicado estar a su altura.

Esta generación DEBERÍA SER ETERNA…

lunes, 3 de agosto de 2015

Santi, una Mujer 11 (7+4)

Me gusta el verano pero no puedo evitar cierta nostalgia recordando los veranos de hace años, sin preocupaciones, con el único objetivo de divertirte, de vivirlo intensamente, pasando mucho tiempo con las amigas... El tiempo pasa y crecemos en todos los sentidos, aumentan los años, las obligaciones y disminuye el tiempo que dedicas a tus amigas pero siempre hay algunas que, aunque no las veas en meses, cuando vuelves a reunirte con ellas es como si el tiempo no hubiera pasado. Te sientes bien, feliz, en casa... 

Hace algunos días recibí un mensaje y sentí mucha ilusión sólo con ver el nombre de la remitente en mi móvil. La mujer que me lo envió es de esas personas que nunca fallan; de las que, cuando recuerdas los momentos de tu vida, los buenos y los malos, viene a tu mente una imagen suya acompañándote, una llamada, un mensaje; algo que te hace pensar que puedes contar con ella para todo. En el mensaje decía algo como esto: "¿Qué tengo que hacer para salir en tu blog?". Leerlo me hizo sonreír, una vez más podía contar con ella. Santi es una Mujer 11 (7+4) por muchos motivos.

La primera respuesta que se me ocurrió fue: "No tienes que hacer nada, sólo ser como eres" y comencé a repasar mentalmente la vida de mi querida amiga... una chica feliz, guapa por dentro y por fuera, que transmite buenas vibraciones, con una sonrisa contagiosa pero con carácter; un buen cóctel que le ha permitido abrirse camino en la vida y convertirse en la gran mujer que es hoy. Una mujer independiente que, con su tesón y su actitud trabajadora e incesante, ha conseguido no depender de nadie, tener su casa, su coche, su vida...



Santi, mi querida Santi, pertenece a ese grupo de mujeres que con mucha valentía le han plantado cara a los cambios y se han enfrentado a nuevos retos. No ha tenido miedo a los lugares nuevos ni a los desafíos que la vida nos presenta y ha conseguido abrirse camino y hacerse un hueco allá donde ha ido, sin miedo, sin rendirse; siempre con el apoyo de su familia y ayudándolos a todos ellos, hasta convertirse en indispensable para todo aquel que la quiere (que somos mucha gente, porque tiene el don de hacerse querer). 
A Santi le gusta leer. Me cuenta que disfruta con los libros de Megan Maxwell. En uno de ellos "Olvidé olvidarte" aparece una cita que a Santi le gusta mucho: "Las tres jovencitas, junto a dos más, se había conocido en el colegio años atrás y, aunque tras acabar los estudios tomaron caminos distintos, siempre que podían se llamaban y se veían." Gracias por tu recomendación amiga. Ha sido un placer contar contigo para esta entrada. Eres una gran mujer, una Mujer 11 (7+4). 


Me gustaría dedicar este post a todas esas mujeres que son grandes amigas, que se ayudan unas a otras, que se escuchan y se acompañan en los buenos y malos momentos. 
Por último no puedo dejar de mencionar el paraje en el que hemos hecho las fotografías para esta entrada: Se trata de Villaverde, poblado que a causa de la peste del siglo XVI se trasladó a Villamayor de Santiago. Queda en pie la Iglesia de Santiago (cabecera y crucero) que ahora sirve de ermita al patrón de los agricultores, San Isidro. En las nervaduras de la bóveda de crucería podemos ver la Cruz de Santiago, representando a la famosa Orden. 

Se cuentan muchas leyendas acerca de este lugar, pero ese será el tema de otra entrada...